julio 24, 2020
El coronavirus ha remecido la vida de millones de personas alrededor del mundo, y Marcos Lozano, ingeniero civil industrial y graduado del Magíster en Innovación UC, no fue la excepción. Tras desempeñarse por 10 años en el mundo corporativo, decidió dar un giro en su vida. Renunció a su trabajo y se fue por dos meses al Reino Unido a pensar qué hacer y a su regreso, el coronavirus en nuestro país cambió sus planes. De ese cambio de planes surgió Localshop, una plataforma que conecta a los almacenes de barrio con sus vecinos, a través de shoppers de barrio, y que está presente en 220 locales entre Ñuñoa, Providencia, La Reina, Laja, Collipulli y Nacimiento.
“Rápidamente me di cuenta de que el crecimiento del e-commerce no llegaría a los almacenes de barrio, que por años han sido un rubro con poca tecnología y que las apps de delivery que se abastecen de las grandes cadenas iban a colapsar con despachos extremadamente largos.”, explica Marcos sobre cómo nació la idea de Localshop. Fue ahí, agrega, donde se generó ese espacio para emprender; conectando a los almacenes con sus vecinos, en el mundo digital, y a la vez, descongestionando las ventas online. “Con Ignacio Allard, también fundador de Localshop, conocemos la realidad de los pequeños comerciantes y sabemos que viven en sus locales, por lo que incluimos el despacho dentro del servicio y fomentamos que sea realizado por otros vecinos que hoy necesiten de ingresos adicionales y que puedan realizarlo en su propio barrio”, dice sobre los shoppers de barrio, que son en su mayoría profesionales que han perdido sus trabajos y que ven una oportunidad en este emprendimiento. “Gracias a ellos, los verdaderos protagonistas de Localshop, hemos visto cómo a pesar de la pandemia, se recupera la confianza entre vecinos y la vida en comunidad”, comenta.
Respecto al recibimiento de los clientes, Marcos señala que ha sido “impensado y tremendo”. “Hoy nos dicen ʻustedes son nuestra esperanzaʼ, lo que nos da una gran responsabilidad y la energía para levantarnos temprano cada día a trabajar y para llegar a más barrios de Chile”, dice el fundador de Localshop, quien además indica que este propósito de ayudar a las comunidades, bajo la economía del vínculo, es parte de las lecciones que dejó la crisis social en el país y rescata lo importante que es pensar en sociedad y no de forma individual.
Su paso por el Magíster en Innovación dice, lo ayudó a poner en marcha la plataforma con poca tecnología para así probar rápidamente la propuesta de valor. “Desde la idea a la primera venta pasaron sólo 36 horas y desde ahí no hemos podido parar”, indica sobre el ritmo con el que se concretó su proyecto y cuenta que gracias a las herramientas que le entregó el magíster, fue capaz de ir pivoteando Localshop a una velocidad mayor que la de una startup. Incluso, se aventuró a participar en Santander X Tomorrow Challenge, un reto para emprendedores a nivel global donde llegaron a la final, enfrentando un pitch frente a representantes de los principales hubs del mundo. “El magíster te fuerza a salir de tu zona de confort constantemente y te obliga a crear algo real, pudiendo palpar, para quienes venimos del mundo corporativo, la adrenalina y responsabilidad del emprendimiento”, dice sobre su experiencia en el programa del que se graduó el año pasado.
Pero por, sobre todo, lo más valioso para él ha sido el apoyo de la familia del MIUC. “Desde el primer día y hasta ahora he contado con el consejo y apoyo de profesores del magíster como Francisco Pizarro y Max Grekin, incluida una llamada con nuestro director Marcos Singer, así como el apoyo de compañeros del programa”, explica, lo que le permitió tener las herramientas y la confianza para dar finalmente el paso desde el mundo corporativo al del emprendimiento.
Hoy, Localshop tiene proyecciones de crecer hacia la zona sur poniente de Santiago y recientemente fue destacado en un catálogo de Fundación Chile como una de las 60 mejores innovaciones para enfrentar la crisis del coronavirus. “Fue la innovación la que nos permitió hacer simple lo complejo, adaptándonos nosotros a las necesidades e interacciones naturales de la gente y no al revés. El haber abrazado a este grupo de personas e innovar sumando a los shoppers de barrio, nos ha permitido ganar fondos y contar con el apoyo de grandes empresas, que entienden que hoy debemos ir todos en ayuda de ellos, cuidarlos del coronavirus y aportar a la alicaída microeconomía de barrio.”, dice el fundador de Localshop.
*Fotografía de Mariola Guerrero – Las Últimas Noticias