“El aprendizaje de por vida ya no es un lujo, sino una necesidad para el trabajo”, es como el empresario Jay Samit* describe el surgimiento de una nueva tendencia en el mundo de la educación ejecutiva. 

Los acelerados cambios tecnológicos, políticos, sociales y económicos experimentados los últimos años,  junto al nuevo modelo híbrido de trabajo impuesto por la pandemia, han traído consigo nuevos y más desafíos para las organizaciones. “Todo lo anterior, lleva a las empresas a necesitar que sus colaboradores, en particular aquellos que tienen posiciones de autoridad y/o ejercen liderazgos, se actualicen y obtengan nuevos conocimientos y habilidades para enfrentar los desafíos de sus organizaciones. Es por ello que el aprendizaje de por vida es fundamental.  La vida laboral como empleado o emprendedor es cada vez más larga y para mantenerse productivo es necesario invertir en uno mismo por la vía de capacitaciones de distinta duración y profundidad”, explica Andrés Ibáñez, Director de Educación Ejecutiva de la Escuela de Administración UC.

Este modelo de aprendizaje se denomina “lifelong learning” o “aprendizaje continuo”, entendido como la práctica de aprender a lo largo de toda la vida, más allá de la educación formal. No es casualidad que, según uno de los últimos reportes del World Economic Forum, Future of Jobs, la categoría “aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje” se posiciona en segundo lugar dentro de las top 15 habilidades más demandadas para 2025”.

Verónica Vázquez, profesora de la Escuela, se refiere a la importancia del lifelong learning, no sólo cómo una herramienta para adquirir habilidades y conocimientos técnicos, sino también como una forma de desarrollo de competencias transversales, tales como el relacionamiento con otros y la gestión personal. La académica destaca este último aspecto y su relevancia para enfrentar cargos de liderazgo y, en ese sentido, explica el impacto del lifelong learning en el desarrollo de estas habilidades y cómo se refleja en los equipos de trabajo.“Tener habilidades de gestión personal, es decir, el cómo me administro a mí mismo, se relaciona estrechamente con ser un mejor miembro de equipo y líder. Al final, el buen ejercicio del liderazgo tiene que ver con cómo la persona que tiene gente a cargo puede hacer que las cosas funcionen mejor a través de su conducta”, recalca.

Teniendo en cuenta la importancia del lifelong learning en el desarrollo profesional y la diversidad de nuevos temas de gestión y liderazgo, la Escuela de Administración UC ofrece una gran variedad de programas y metodologías para guiar el aprendizaje continuo y prepararse para el futuro cercano. “Nuestra misión es acompañar y apoyar a los profesionales en su vida laboral y a las empresas en sus necesidades de desarrollo organizacional, entregando experiencias de aprendizaje e interacción relevantes, motivantes y efectivas, mediante una combinación de metodologías presenciales y virtuales de distinta duración.  Transversal a todos nuestros programas, está el foco en el aprendizaje de participantes, la aplicación práctica y la potenciación a través de la interacción entre profesores y alumnos”, enfatiza Andrés Ibáñez.

* Jay Samit es un emprendedor e intrapreneur y ex vicepresidente independiente de la firma Deloitte. Actualmente, es reconocido por ser uno de los principales expertos en innovación disruptiva del mundo, además de ser autor del best-seller “Disrupt You!”