enero 16, 2017
[:es]En la columna del diario El Pulso, el profesor de la Escuela de Administración UC, Luis Hernán Bustos, habló de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y la buena alimentación en la sociedad chilena actual.
El académico de la Universidad Católica asegura que «la campaña de la Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile (AB Chile) titulada “Hagámoslo bien” y alojada en el sitio web del mismo nombre, ha sorprendido a los medios y autoridades como contrapunto a la nueva Ley de Etiquetado de Alimentos, poniendo nuevamente en discusión el impacto en el consumo de los discos Pare incorporados en las etiquetas y envases».
«Si bien las funciones de una buena rotulación son el cumplimiento de la legislación y las normas para informar correctamente al consumidor respecto a temas de interés, como identificación del fabricante, origen del producto, ingredientes, componentes, etcétera, las legislaciones modernas han comenzado a exigir la incorporación de mensajes que permitan orientar al consumidor respecto de los efectos sobre la salud que pueden tener los productos alimenticios o bebidas que consume», expresa.
Bustos cree que «la industria alega que es confuso, que establecer como unidad base una dosis igual para todos los alimentos es arbitrario y excesivo, que impide comparaciones y que el consumo responsable es una facultad de la libertad individual. De esta manera, la campaña apunta a dejar de manifiesto, utilizando rostros y personajes de alto perfil público, que esta rotulación termina por confundir más al consumidor, transformándose entonces en una crítica a la misma, más que en una propuesta, excepto por sugerir que se cambie la unidad de dosis de 100 grs. por una porción “recomendada”.
«Ya no parece discutible que la rotulación de los alimentos deba también orientar respecto de los posibles daños que determinados componentes pueden tener para la salud; pero también existe consenso que, en general, la información sobre etiquetas es confusa y difícil de entender. En este sentido, Australia y Nueva Zelanda han utilizado un sistema de alimentación cinco estrellas. Mientras más estrellas tenga la etiqueta según su contenido nutricional, más saludable resulta la elección; así es más simple y fácil de entender», afirma.
La categoría Alimentos y Bebidas ha sido considerada como aquella que genera más sensación de “respeto” por parte de sus consumidores (GfK Adimark 2016), siete de las quince marcas de “mayor reputación” son de ese mismo rubro (Hill & Knowlton 2016), como también 17 de las 25 “marcas de excelencia” de acuerdo al Índice de Capital de Marca de GfK (Chile3D 2016).
«La industria alimentaria debe demostrar un esfuerzo continuo por proveer mejores alimentos y construir su posición desde los ejes de credibilidad y responsabilidad, encaminando sus acciones a políticas de marketing socialmente comprometidas. Algunas marcas ya han comenzado a hacerlo, con mayor o menor determinación», asevera Bustos.
Te invitamos a revisar el siguiente link de la columna titulada: “RSE, rotulación y buena alimentación».[:]