octubre 26, 2020
Outsourcing es el neologismo inglés para referirse a subcontratación o tercerización de ciertas actividades a una organización o individuo externo a la empresa, pero ¿qué efectos tiene este proceso en la reputación de la empresa? Esto es parte del fenómeno que examina el académico de la Escuela de Administración de la UC, Jorge Tarziján, quien en su investigación detectó el gran impacto que puede llegar a tener el outsourcing en la percepción de los clientes de una empresa. Esto, debido a que los consumidores cada día le exigen a la organización una mayor visibilidad de sus procesos productivos y preocupación por la sustentabilidad a lo largo de toda la cadena de valor.
La ética de la empresa en un mundo globalizado, donde los procesos productivos han sido externalizados por compañías generalmente localizadas en países con mayor nivel de desarrollo hacia naciones menos desarrolladas ha llevado a situaciones controversiales, sobre todo considerando los requerimientos cada vez más estrictos de los consumidores, quienes esperan consumir bienes y servicios producidos de forma sustentable.
Según el análisis del académico de la Escuela, la sustentabilidad es fundamental para el consumidor actual, por lo que las decisiones de subcontratación deben ser examinadas detenidamente e incluir variables que antes no se consideraban, como las condiciones laborales en la empresa subcontratada o su comportamiento medioambiental, entre otras. Empresas como Nestlé, Nike y muchas otras han visto dañada su reputación corporativa por este tipo de situaciones, perdiendo la confianza de miles de clientes a lo largo del mundo.
En palabras de Jorge Tarziján: “Cada vez más los consumidores y otros stakeholders se preocupan de la responsabilidad social y de la sustentabilidad de la empresa y para ello se observa la cadena de valor completa, incluyendo los servicios externalizados. Así es como cualquier problema que ocurra con los proveedores es de responsabilidad de la empresa que subcontrata, independientemente de quien realizo la actividad cuestionada. Esta discusión está llegando de forma incipiente a Chile y es notorio el como algunas empresas se están comenzando a preocupar por esto, incluyéndolo en sus reportes a la comunidad”.
En definitiva, “es necesario un cambio de paradigma en cuanto a la preocupación por la sustentabilidad de la cadena de valor. En el estudio se encuentra que las empresas más sustentables tienden a tener un mayor grado de integración vertical y/o establecer partnerships con terceros para externalizar ciertas actividades. Estos partnerships involucran una mayor interacción entre empresas compradoras y vendedoras, incluyendo un intercambio de información más ágil y un monitoreo más continuo. Las organizaciones que tienden a una menor preocupación por la sustentabilidad y comportamiento de sus proveedores tendrán que cambiar su manera de seleccionar y monitorear lo que realizan, para no ver perjudicada su reputación corporativa. Ojalá todo esto se vea como una gran oportunidad para ayudar a construir un mundo mejor, más que como un costo adicional para las empresas”, plantea el académico.