agosto 13, 2020
La abogada guatemalteca, quien realizó el MBA UC en Centroamérica tenía un objetivo claro
cuando conoció la sede de la ONU en Ginebra mientras cursaba su primera maestría en
Derecho, y es que ahí quería trabajar. Declarado, luego de terminar su MBA el 2019, comenzó
a postular a distintas pasantías en los Headquarters de la Organización, siendo seleccionada y
cumpliendo uno de sus sueños.
Como MBA de la Escuela de Administración nos inspiran estas historias, es por eso que quisimos hacerle algunas preguntas a Silvia, quién es un referente de nuestro programa.
¿Cómo es vivir en Nueva York y trabajar en la ONU? ¿Qué cosas te llaman la atención?
Vivir en Nueva York es una experiencia única cuando la vas conociendo y estás inmersa en la ciudad.
Trabajar en la ONU es simplemente increíble. Actualmente existen 193 Estados Miembros representados en un mismo lugar, se vive el multilateralismo, la diversidad de opiniones, y el respeto de los derechos de los demás. Cada persona que conoces te enriquece, no sólo desde el punto de vista profesional, sino desde el punto de vista personal. Haces amigos de todo el mundo, además puedes conocer a representantes y a líderes referentes.
La Organización es un lugar que va más allá de la diplomacia, es un lugar en donde se viven y discuten los valores, derechos fundamentales y la dignidad del hombre. Me llama la atención trabajar en un lugar donde impera el profesionalismo, la inclusión y en especial la interacción con individuos de diferentes culturas y creencias.
¿Y cómo te sirvió el MBA para tus impulsos siguientes y para llegar a la ONU?
Una vez que terminé el MBA dije: “¿Por qué no sigo mi sueño y por qué no ser disruptiva en este momento de mi vida? Si siempre ha sido ir a la ONU”; y, entonces, ingresé a la página y encontré el programa de internships. El haber estado matriculada en el MBA, me permitió acceder al programa de pasantías y tuve la oportunidad de ser seleccionada en algunas de ellas.
La primera que realicé fue en el servicio de Verbatim, en el que se trabaja directamente en las actas literales de la Asamblea General, del Consejo de Seguridad y algunas Comisiones de la ONU. Luego obtuve una segunda pasantía en la oficina de Management Evaluation Unit, del Sistema de Justicia Interna de la ONU. Actualmente llevo siete meses en esta experiencia.
El MBA me sirvió desde que estaba estudiando la maestría, todos los profesores de cada una de las asignaturas te hacen replantearte lo que estás haciendo y lo que quieres hacer. Te impulsan a ser disruptivo y uno mismo va cambiando su perspectiva, además del contenido tan valioso de los cursos del MBA.
Por otro lado, el MBA me sirvió para convertirme en una abogada con competencias de management, lo cual te da un valor agregado. Ahora que estoy analizando perspectivas de empleo, es indiscutible la gama de opciones que te brinda el MBA.
¿Qué fue lo que te gustó más del MBA? ¿Qué profesores? ¿Qué curso te marcó más?
Son muchos cursos que los me gustaron y trascendieron en mí. Uno de los que más me marcó fue el de General Management, para ver de manera holística una organización. Tuve la oportunidad de trabajar como gerente legal en una corporación mientras estudiaba el MBA. La teoría, los planteamientos más la práctica te dejan conectar todo lo que aprendes y tu asesoría desde el management, la estrategia, las operaciones, las personas y otras áreas te cambian tu punto de vista funcional a uno integral.
Otros de los cursos que podría mencionar que fueron excelentes fue el de Dirección Estratégica, Liderazgo y Cambio Organizacional, Emprendimiento e Innovación Estratégica. Todos los profesores del MBA dejaron un impacto en mí.
Sin embargo, puedo decir que lo que más me gustó del MBA fue la interrelación que pude hacer entre la abogacía, la primera maestría que fue en derecho internacional de los negocios y el MBA, me ayudó a cerrar el ciclo para poder asesorar no sólo desde el punto de vista legal, sino empresarial. Además, te brinda herramientas para innovar, liderar de personas y hacer un cambio en una empresa.
¿Qué le dirías tú a los alumnos que ahora están haciendo el MBA? Para que aprovechen esto que tú aprovechaste, finalmente, para cumplir tu sueño. Tú ocupaste el MBA como herramienta para cumplir tus objetivos. ¿Qué consejos les darías?
Les diría que cada hora que pasan estudiando y en clase es única. El completar o pasar un curso sólo te da una parte. A veces por el tiempo, el trabajo o el cansancio nos deja en una zona de confort, les exhorto a que todos los días hagan un esfuerzo para salir de ella y tener claro su objetivo.
También destacaría que las amistades que uno hace en el MBA son de por vida, no tomen por sentado a las personas que los rodean, pueden aprender de cada uno, mucho más de quien menos lo esperan.
Hay que estar dispuestos a esforzarse. Cada clase tendrá trascendencia en sus vidas, aún cuando en el presente uno no le encuentre el valor o la practicidad a la teoría.
Además, la competencia siempre será brutal y no me refiero en las aulas, sino en la vida, entonces aprovechen esta oportunidad única. Pero el costo del éxito es alto, pero la recompensa no tiene precio. Si uno tiene la oportunidad de invertir en estudiar, estas invirtiendo en tu futuro y en el de los demás.
Y, en resumen, ¿qué fue el MBA para ti?
Fue una de las mejores inversiones para mi carrera profesional. No sólo fue una puerta para cumplir uno de mis sueños, sino me abrió muchas puertas con amistades de por vida. Ingresé al MBA con el anhelo de convertirme en una mejor gerente legal, nunca me imaginé que me llevaría en algún momento a la ONU. Y estoy segura de que este programa será todavía una plataforma para más oportunidades en el futuro.