noviembre 8, 2022
Paola Berdichevsky es Ingeniera Civil Industrial de la Universidad de Concepción y Coach Ontológica certificada por Newfield Consulting con MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez y Diploma en Comunicación Estratégica y Derecho Internacional en Derechos Humanos de la Universidad de Chile.
La ingeniera tiene más de 25 años de práctica en la facilitación de procesos de diálogo y participación multiactores y en el desarrollo de asesorías en diseño e implementación de estrategias y planes de relacionamiento con stakeholders. Actualmente, es profesora de la Escuela de Administración UC.
¿Cómo crees que el concepto de inserción del valor corporativo de Sostenibilidad ha cambiado la visión de las compañías en Chile y cuál es tu visión futura?
Yo creo que más que la sostenibilidad haya cambiado la visión, lo que pasó con las compañías es que integraron en la visión la sostenibilidad, y eso supone un cambio profundo porque amplía la visión del negocio desde solo lo económico -es decir, la rentabilidad- hacia aspectos sociales, que tienen que ver con la equidad, en cómo contribuyen al territorio, cómo se comportan como un vecino que le importa el destino del territorio donde ellos opera y la visión ambiental, que es, sobre todo y esencialmente, preocuparse de sus impactos; yo diría que eso es lo central y eso implica cambios en la forma en que opera la empresa y también en la cultura organizacional, que significa que cada una de las personas que trabajan integran en su quehacer diario, en los 365 días del año, la importancia que tiene el entorno y su relación con este.
¿Cuáles crees tú que son los referentes más importantes de la industria cuando hablamos de sostenibilidad y sustentabilidad?
En temas de sostenibilidad es difícil hablar de un referente porque todas las industrias o empresas tienen algo positivo y camino por recorrer todavía y aprendizajes por hacer. Sin embargo, mirando en Chile, a mi me parece que la minería es la que primero empezó a incorporar temas de sostenibilidad en sus procesos, sus visiones y su cultura. Entonces, van un paso adelante a sectores como la salmonicultura o la energía.
Como ejemplo de ello, cabe mencionar un tema que hoy día está empezando y que es de preocupación para las industrias; tiene que ver con los proveedores, las compras locales, cómo se incluyen proveedores locales en la cadena de suministros y cómo se motiva a esta última a hacerse parte de la sostenibilidad.
Si tu ves la minería en Chile, hace un tiempo está incorporando el tema de la sostenibilidad; tienen subgerencias de proveedores locales, tienen guías, tienen protocolo, etc, mientras las otras industrias están recién empezando. Prueba de ello es que en la Cámara del Comercio de Santiago, hace unos meses atrás, se generó una guía para evaluar la sostenibilidad de sus proveedores, y hoy justamente se está hablando de ello: una cadena de valor sostenible. La minería ya viene trabajando en esto hace al menos un año.
En los últimos años, en Chile y el mundo en general, las empresas se han visto forzadas a aplicar miradas sostenibles para impulsar su imagen corporativa desde temas sociales, ambientales, etc. algo que muchas veces no tiene relación directa con el negocio. Por tanto, cuando hablamos de estrategias corporativas relacionadas con estos temas, ¿cómo podríamos distinguir un verdadero compromiso con estos valores? ¿Cómo integrar orgánicamente esta mirada sostenible?
Primero debemos hacer la distinción entre imagen y reputación. Imagen es lo que hacen con campañas comunicacionales, donaciones, fotos, ranking, etc. Por su parte, la reputación se construye a partir de lo que tú eres y haces.
Entonces, en mi experiencia, cuando una compañía me invita a hacer una asesoría, me fijo primero en eso: ¿Cuánta comunicación hay en esto? La cual no digo que no haya que hacer, ya que de igual forma sirve. Sin embargo, cuando veo que hay pocos cambios y tú les hablas de los impactos y ellos te llevan por el lado de donaciones o campañas publicitarias me parece que ahí hay un punto que mirar.
Siempre cuando entro con este tema hablamos sobre todo, y al inicio, de los impactos. La gente está super agradecida que les hagan una donación, les pinten la escuela y demás, pero siempre está más preocupada de lo que pasa en su medio ambiente, de cuáles son los valores que hay en su comunidad. De esta forma, si una empresa no se preocupa de los valores de la comunidad, como lo es proteger su entorno o no tiene interés en invertir para hacer cambios en sus procesos, entonces en realidad no está queriendo ceder muy en serio. Ahí se nota de inmediato que es más bien imagen y no tiene que ver con construir reputación.
Otro aspecto que para mí es un dato relevante es la estructura organizacional. Por ejemplo, si hay un área dedicada a estos temas. Lo que era más frecuente sobre todo en el pasado era encontrarlo bajo el área de comunicaciones y ahí tú te preguntas hacia dónde quieres ir. En cambio, si tienes un área que además está vinculada con el área de operaciones y además está muy cerca de la gerencia general tú notas al tiro que es compañía le está dando peso al asunto. Pero donde más peso yo le doy es al vínculo del área de sostenibilidad con las operaciones, porque justamente esto tiene que ver con el tema de mirar cómo operas.
Finalmente, para mí la sostenibilidad en una empresa tiene mucho que ver en cómo generas la plata -cómo produces- y cómo generas rentabilidad, más que como me gasto la plata que tiene que ver con un cheque para hacer donaciones, por ejemplo.
¿Es hoy en día la sostenibilidad un requisito para tener éxito en el mercado?
Yo creo que aplicar la sostenibilidad dentro de una empresa, más que un factor de éxito es un factor de sobrevivencia. Me parece que una empresa que no incorpora la sostenibilidad en sus procesos tiene un riesgo muy alto como que te tomen las instalaciones, que tus proyectos sean rechazados por la comunidad. De hecho, hemos visto proyectos en el último tiempo que han sido retirados de la evaluación ambiental porque la información o sus líneas bases eran muy débiles, y la gente se opone, entonces no pueden avanzar. Entonces, antes era un factor de competitividad. Hoy es un factor de competitividad en la medida en que te adelantas mucho al resto y estás haciendo cosas diferentes.
Actualmente, se habla de la legitimidad del negocio y tu empresa, lo que tiene que ver en cuánto se alinea los valores de tu negocio y la forma en que operas con los valores de la sociedad que te recibe, el entorno. Por ejemplo, si tienes un proyecto que atenta contra el medio ambiente y ese entorno en el cual tú te insertas le da un valor muy importante al cuidado del medio ambiente, ese negocio nunca va a ser legítimo para esa comunidad.
Para poder avanzar hacia la legitimidad, tienes que ser capaz de dialogar con la comunidad, algo que es parte integral de la sostenibilidad y alinear tus valores con los de ellos.