[:es]El Director de Desarrollo Docente de la Escuela de Administración, Pablo Marshall, realizó un emotivo discurso en la ceremonia del Magíster en Dirección Estratégica de Recursos Humanos y Comportamiento Organizacional organizado por la Escuela de Administración y la Escuela de Psicología de la Universidad Católica.
A continuación puedes leer el discurso completo del profesor Pablo Marshall.
«Es para mí un especial honor poder dirigir a ustedes unas breves palabras en esta ceremonia de graduación del Magíster en Recursos Humanos. Como Escuela de Administración estamos convencidos de que las personas son el activo más importante en una organización, y este programa de magíster, está centrado particularmente en ese objetivo: preparar profesionales para hacer contribuciones de valor a las organizaciones a través de las personas.
Quiero felicitarlos por haber terminado con éxito sus estudios de postgrado. El camino de estos estudios suele ser difícil, demanda esfuerzo, dedicación y tiempo. Y no sólo de ustedes, sino también de sus familias que hoy nos acompañan. Para ellos también mis felicitaciones y el agradecimiento por su generosidad y compromiso. Los invito a que aprovechen la formación que han adquirido en este programa, para mejorar la gestión de las personas en las distintas organizaciones donde trabajan, transformando lo aprendido en obras concretas.
Somos una institución con vocación pública. El valor de lo que hacemos no está sólo en la formación que ustedes han adquirido. Está en el impacto que ustedes tendrán en las instituciones donde se desempeñan, construyendo una mejor sociedad.
Quisiera mencionar cuatro características que nos gustaría que los distinguieran a ustedes como egresados de este programa:
Primero, que en su actuar se note que realmente valoran y cuidan a las personas en todas sus dimensiones. Que traten a las distintas personas con quienes les toque trabajar con cuidado, mostrando preocupación por sus legítimos intereses y promoviendo su desarrollo. Los invitamos a que sean una reserva de sentido para que la organización donde se desempeñen no olvide que antes de trabajadores son una comunidad de personas que aspiran a dar lo mejor de sí a cambio de una recompensa justa y un reconocimiento oportuno. Muchas veces las organizaciones están presionadas por metas de eficacia y eficiencia. Las personas no pueden ser consideradas sólo como un instrumento de producción; debemos oponernos a cualquier reduccionismo respecto del valor del ser humano en las organizaciones.
Segundo, queremos que se distingan porque viven un verdadero espíritu de servicio y de colaboración en sus lugares de trabajo, que este espíritu se refleje en su generosidad (con sus cosas y con su tiempo), porque procuran contribuir a dar lo mejor de ustedes; y porque saben comprender y ponerse en el lugar del otro.
Tercero, en su calidad de directivos, queremos que sean reconocidos porque trabajan tenazmente por crear una cultura y un ambiente que contribuye al perfeccionamiento y al progreso de las personas; sin ningún tipo de discriminación. Que procuren construir comunidad, promover lideres positivos, reconocer y cuidar el talento y crear culturas que hagan más fácil la gestión de la organización.
Y cuarto, que se distingan porque se esfuerzan por entregar lo mejor de sí y por ser creativos en buscar nuevas formas de promover la activa participación de todos en la gestión de la organización. El desafío es lograr que todos los que trabajan en una organización estén motivados y que sientan que lo hacen en algo que es propio.
Termino estas palabras felicitándolos nuevamente por este logro. También felicito y agradezco a muchos que han estado involucrados en este esfuerzo y han formado parte de esta comunidad: directores, sub-directoras, profesores y asistentes. Sin ellos esto no hubiese sido posible».[:]