noviembre 23, 2016
[:es]Entrevistamos a Maider Arana, alumna del MBA Executive 2016 y delegada de curso.
Maider es española, del país Vasco, sin embargo hace varios años que salió de España para desarrollarse profesionalmente. Te compartimos acá un poco de su experiencia.
¿Cuál es tu experiencia laboral, cómo es que llegaste a Latinoamérica?
Mi pregrado es Ingeniero de Telecomunicaciones con especialidad en Radiocomunicaciones, de la Universidad del País Vasco. Mi primer trabajo fue en Bilbao, antes de terminar la universidad. Luego me trasladé a Madrid, después de darme cuenta que allí tendría mejores oportunidades laborales. Ahí me mantuve cerca de 3 años, después de los cuales empecé a realizar proyectos en Monterrey (México), al principio por algunos meses y posteriormente como expatriada., para la empresa Neoris con un proyecto para Televisa (En ese entonces, hace ya 10 años, recién comenzaba el boom de las telecomunicaciones para la nueva generación de redes, mientras en Europa ya había pasado). Estuve en este trabajo casi 3 años, y es ahí donde tuve la posibilidad de crecer, tener mayores responsabilidades, conocer nuevas tecnologías y trabajar con un equipo multicultural, de diferentes edades, idiomas, etc. Posteriormente, con mi actual empresa Tecnocom, decidí moverme a Medellín, y no me equivoqué de opción. En Colombia había que partir desde cero, incluso al principio trabajé desde un hotel. Al cabo de tres años teníamos la oficina funcionando con un equipo de 100 profesionales, que conseguimos gracias a un plan de contratación que acordamos con una universidad local.
El siguiente paso fue Chile, ya sentía que necesitaba un nuevo cambio, salir de la zona de confort. Así empezaron a surgir algunas oportunidades acá. Al comienzo sólo realizaba visitas de trabajo, hasta que solicité a mi compañía salir de la parte operativa del negocio y dedicarme al área comercial, que había realizado siempre combinando con lo anterior pero no de manera exclusiva, en lo que ellos me apoyaron y me enviaron a las oficinas acá, donde llevo alrededor de 2 años y medio y desde donde llevo la región de Latinoamérica.
¿Qué te pareció llegar a instalarte en Chile, después de vivir en tantos países?
Al principio fue duro, me sentí muy sola. Chile es complicado y a la vez curioso. En mi experiencia anterior me fue muy fácil enganchar con la gente, algo que acá ha significado un gran trabajo, sin embargo cuando pienso que quizás en algún momento me marche de Chile, siento que es el país en el que más arraigo tengo. El proceso con Chile es complejo y creo que tienen una influencia del norte de Europa bastante compleja de países muy fríos que no son cariñosos.
¿Cuál ha sido tu experiencia acá durante estos años?
Hoy en día estoy muy contenta aquí. Creo que el MBA ha sido una parte súper importante y que llegó en el momento adecuado.
Hay cosas que me llaman la atención de Chile, como la jerarquía y las apariencias, es algo distinto al modelo que yo aprendí, donde las posibilidades no dependen de si tu familia es adinerada o no, de hecho no es un tema que se hable. En mi caso me siento muy orgullosa de mis orígenes. Vengo de una familia humilde, sin embargo siempre he sido becada en muy buenos colegios y universidades, por lo que mi experiencia es que una persona de cualquier origen puede tener oportunidades.
¿Por qué tomaste la decisión de hacer un MBA?
La decisión de hacer un MBA la tomé para fortalecer mis conocimientos y tener mayor seguridad. Mis conocimientos los he aprendido gracias a mi experiencia y por intuición. Como soy ingeniero, necesito que haya ciencia detrás de las cosas, así es que me decidí a estudiar un MBA, y justamente al día siguiente encontré que había una charla acá en la UC. Vine, me gustó y postulé, todo muy rápido.
¿Cómo compatibilizas el MBA con tu trabajo?
En un principio me costó un montón y fue super intenso. Al comienzo viajaba hasta dos veces al mes por mi trabajo, después bajé a una, y ahora trato de estar el mayor tiempo posible acá.
Además empezar a estudiar de nuevo, después de tanto tiempo, fue difícil. Yo ya había hecho un MBA en España, para perfiles más junior, y la verdad no recuerdo que me hubiera costado tanto. Tuve que aprender a estudiar y me di cuenta que las cosas han cambiado muchísimo. Después de ese “golpe” que fue durante el primer mes, se me generó una dinámica de bastante disciplina.
¿Cuáles son los aspecto positivos que has encontrado estudiando el MBA?
Yo siempre digo de broma que recomendaría el MBA a mi mejor enemigo, para que muera en el intento. Pero hablando en serio, realmente recomiendo mucho estudiar, porque es algo que te saca del foco de tu día a día, y es algo que te fuerza de nuevo a encontrar otros límites. Es complejo, es difícil de llevar, pero tiene dos cosas muy buenas, lo primero son los lazos que se han generado, la amistad, la dinámica en grupo, realmente hay mucha camaradería y todo eso ha sido increíble. Lo segundo ha sido la diversidad que existe lo que hace ver vertientes muy distintas. Estamos constantemente hablando para ayudarnos en temas de trabajo y de estudios. Me encanta esa sensación de salir de mi día a día laboral y ponerme en otro mundo. Además, hay asignaturas que me han dejado encantada, que pensé que nunca me iban a gustar, y me he llevado una grata sorpresa.
Además, con el programa Desarrollo de Carrera he aprendido a desarrollar mis habilidades blandas, gestionar mi comunicación, delegar más en mi trabajo y manejar mi comportamiento entre las personas, sobretodo llegando a un grupo nuevo que puede verme como una amenaza por mi extroversión.
¿Qué opinas de los profesionales en Chile?
Los profesionales en Chile son súper buenos, la gente valora un montón el esfuerzo que se ha tenido que hacer, y creo eso después se convierte en gente profesionalmente capaz e involucrada, que da lo mejor de sí mismo y que tiene esa ambición de crecer. La gente en España se queda con la carrera y con el puesto en el que está. Y eso afecta mucho la idiosincrasia de un país.[:]