enero 24, 2018
[:es]Retidiag es un servicio de detección del riesgo de ceguera (retinopatía diabética) en el sistema público de salud debido a la escasez de especialistas en ese sector. «Los pacientes, que son el 80% de la población, se concentran en estratos socioeconómicos medio bajo y se atienden en el servicio público de salud. Existen especialistas privados en los grandes centros urbanos, pero las personas diabéticas que están alejadas de las grandes ciudades no tienen acceso a ellos por la distancia y costo asociado. Por eso, damos acceso a los especialistas a través de la telemedicina», dice Karin Sáez, cofundadora de Retidiag y alumna del Magíster en Innovación.
Sáez, acompañada de sus socios Juan Contreras y Gerardo Lagos, explica cómo nació Retidiag. «A partir de una investigación realizada por uno de los socios en el año 2012, quien trabajando en un centro de salud observó que aún teniendo a especialistas voluntarios, cada cierto tiempo llegaban pacientes diabéticos, que no les alcanzaba la cobertura de evaluación lo que provocó dificultades. En mi caso trabajé en un centro especializado de salud mental y sentí el deseo de generar cambios en el área de salud. En ese entonces había una extrema burocracia, no existían recursos, miedo a lo nuevo y lo que proponía no se llegaba a concretar en la organización. A raíz de esta situación, buscamos nuevas oportunidades para desarrollar talentos y comenzamos con este viaje gracias a fondos adjudicados en el programa de Start-Up Chile».
Los logros de Retidiag son adjudicación de Start-Up Chile 2013, reconocidos como uno de los emprendimientos más destacados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), finalistas emprendedores del año ASECH 2014 y empresarios destacados por el Banco de Crédito e Inversiones (BCI).
«Una de las principales dificultades que tuvimos fue la reticencia de una parte de oftalmólogos, que se opusieron al desarrollo de esta iniciativa por el uso de la tecnología y la metodología. Cuando comenzamos con el proyecto «aprendimos haciendo”, lo que significó cometer errores que posteriormente vimos como oportunidades y supimos sobrellevar. Otro punto interesante es que nuestro equipo se encuentra conformado por profesionales de distintas áreas, entre ellas psicología, ingeniería y ciencias biomédicas, con visiones muy diferentes entre sí que nos lleva a solucionar problemas de forma expedita y certera», señala la alumna del Magíster en Innovación, quien fue invitada por el gobierno de República Dominicana a presentar este proyecto.
La cofundadora de Retidiag asegura que «lo más importante de un emprendimiento no son las ideas, sino las personas. Y cómo ellos ejecutan su trabajo. Lo que he aprendido no es sólo contenidos, sino saber la importancia que se le otorga a las relaciones humanas en el emprendimiento».
Sáez adelanta cómo se proyecta en cinco años más luego de finalizar el Magíster en Innovación UC. «Veo a Retidiag estableciéndose en distintos países de Latinoamérica y que seamos la iniciativa pionera de otros emprendimientos en salud. Los emprendimientos en salud deben estar enfocados al cliente o usuario, donde las soluciones no necesariamente implican tecnología de última generación, sino que pueden surgir de soluciones más sencillas a través de la experiencia de quienes viven el problema. Buscar soluciones para los problemas y no soluciones buscando problemas».
Postula al Magíster en Innovación UC, que comenzará sus clases en agosto de 2018 en el Centro de Innovación UC.[:]