[:es]Ítalo Carrera realizó el Taller para el Desarrollo de Habilidades de Liderazgo de la empresa Echeverría Izquierdo dictado por el Centro Desarrollo Directivo de la Escuela de Administración de la Universidad Católica.
Carrera recibió un reconocimiento como mejor rendimiento académico en las tres sesiones desarrollados por las profesoras Verónica Vásquez y María Carolina Celedón.
Extracto del discurso de Carrera. 
«Para mí es un honor compartir unas palabras al cierre del Taller de Desarrollo de Habilidades de Liderazgo porque me siento muy orgulloso de pertenecer a esta empresa. Tengo gran respeto y admiración por el trabajo que hacemos en la compañía.
No es fácil para mí estar parado frente a ustedes a pesar de mi condición de extrovertido debo reconocer que soy tímido. Una de las tantas cosas que aprendí en este taller es que la timidez se puede presentar en una personas introvertidas o extrovertidas son cosas distintas. Por este motivo y a pesar de ser de preferencia de percepción escribí estas palabras en un acto más bien de una persona estructurada que sale al mundo evitando las sorpresas e improvisaciones.
La razón de ser elegido para pronunciar estas palabras es producto de una anécdota. El hecho haber sacado la mejor nota del curso junto a Iván Silva y un gran colaborador Mauricio Moraga. Les reconozco que nunca pensé en salir primero y me sorprendí un poco, pero luego meditarlo no tenía nada de que sorprenderme. Después de las dos Copas Américas y las dos últimas copas del campeonato fútbol nacional, en mi condición de chileno y cruzado caballero para mí ya no es ninguna novedad salir primero. En el olvido quedaron los triunfos morales y los segundos lugares.
Siempre he considerado una persona agradecida y antes que nada agradezco a Dios por seguir acompañándome y entregando tan lindos regalos como fue la participación en este taller.
Agradezco la oportunidad otorgada por la empresa de invitarme a participar en este programa. Debo reconocer que en un inicio me resistí a la idea de venir al taller, principalmente por razones de agenda. Pero me equivoqué en realidad mis compromisos de agenda eran reuniones importantes porque eran rutinarias que pude acomodar o suspender prácticamente sin consecuencias. En cambio, cada día de clases fue un momento especial de aprendizaje y conocimiento, donde mi temor sobre el contenido del curso desapareció en la primera clase.
Cada día de coaching fue un momento especial de aprendizaje y conocimiento que me gustaría destacar que no solo me refiero al aprendizaje y conocimiento de los contenidos del programa y las lecturas asociadas, sino también aprender a conocerme mejor en muchos aspectos y en forma muy especial una oportunidad de aprender a conocer un poco más a mis compañeros. Este aprendizaje lo considero muy valioso.
Quiero agradecer a nuestras entrañables profesoras María Carolina Celedón y Verónica Vásquez de las cuales impartieron sus conocimientos con gran generosidad y compromiso con nuestro crecimiento desarrollo y ellas representar a todas las personas que trabajaron en el apoyo para que todos los días que veníamos a clases estuviera todo perfecto. Finalmente quiero agradecer a todos mis compañeros por el aporte que cada uno en el desarrollo del curso.
De este taller a pesar de lo breve aprendí mucho y siento que me llevo un maletín con muchas herramientas, aprendizajes y distinciones nuevas para trabajar en rol de liderazgo. Podría enumerar cada una de las cosas que llamaron y mi atención, pero sería una larga lista, por lo que me he permitido compartir algunas que fueron las que más me marcaron en el curso.
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El desafío que tenemos ahora como Echeverría Izquierdo es poner en práctica lo aprendido en el Taller para el Desarrollo de Habilidades de Liderazgo. La práctica hace al maestro. Por lo tanto, debemos perseverar en profundizar nuestro aprendizaje y practicarlo día a día para que nuestro liderazgo sea cada vez más efectivo.
Para mí el ejercicio de liderazgo lo percibo como una acción de servicio. Cuando lideramos nos ponemos al servicio de los objetivos y al servicio de las personas que lideramos. El liderazgo no debería tener propósitos personales o individuales.
Para ir cerrando quiero compartir este pequeño cuento y sus conclusiones porque algunos ya lo conocen. Pero creo que interpreta la actitud correcta.
Un hombre tenía un sembrado con las flores más bellas y fragantes que nadie pudiera conocer. Año tras año ganaba el premio a las flores más grandes y de mejor calidad de toda la región. Un día le preguntó un periodista el secreto de su éxito:
-Mi éxito se lo debo a que de cada cultivo saco las mejores semillas y las comparto con mis vecinos, para que ellos también las siembren.
– ¿Cómo? –Dijo el periodista- pero eso es una locura. ¿Acaso no teme que sus vecinos se hagan famosos como usted y le quiten su prestigio?
-Verá usted señor –dijo el floricultor-: el viento lleva el polen de las flores de un sembrado a otro. Si mis vecinos cultivan una semilla de calidad inferior, la polinización cruzada degradaría constantemente la calidad de mis flores. Si deseo cultivar las mejores flores debo ayudar a mis vecinos a que también lo hagan.
Lo mismo ocurre con otras situaciones de nuestra vida. Quienes quieren lograr el éxito deben ayudar a que sus vecinos también tengan éxito. Quienes decidan vivir bien deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca.
Quienes optan por ser felices deben ayudar a que otros encuentren la felicidad porque el bienestar de cada uno se halla unido al bienestar de todos los demás. Es necesario compartir nuestras mejores semillas de cualidades y virtudes para obtener una excelente cosecha que se verá reflejada en una mejor sociedad.
Los invito a poner nuestras mejores semillas a disposición de nuestras metas como empresa y de las personas. Gracias por escucharme y ser parte de este gran equipo».[:]