[:es]Entrevistamos al graduado MBA UC Felipe Correa, quien en noviembre de 2016 decidió renunciar a la gerencia de selecciones de la ANFP para sumergirse en el mundo del emprendimiento con Aqua Rizola, un nuevo concepto de aguas saborizadas que nace recientemente en nuestro país.
«Cuando decidí renunciar a la gerencia en la Selección Chilena de Fútbol, comencé a evaluar proyectos laborales con una clara orientación hacia el emprendimiento. En ese periodo un amigo me comentó que Marcelo Guital, fundador de Benedictino lo había invitado como inversionista a su nuevo proyecto y me ofreció ser parte de él. Lo evaluamos en conjunto y decidimos entrar con capital y en la gestión, porque vemos una gran oportunidad de mejorar la propuesta de valor en la industria de las aguas y las bebidas. Es un mercado grande y con muchos competidores, pero vimos un espacio para ejecutar nuestra idea asociada a un producto saludable 100%, consciente con el medio ambiente, por eso elegimos vidrio y sobre todo con sabores nobles y distinguidos.
El secreto parte por el agua. Rizola está fabricado con la base de agua purificada que crearon los fundadores de Benedictino, lo que permite una nobleza superior al tener un agua que pasó por un proceso de filtración muy cuidado, con un índice bajísimo de particulas por millón o PPM en el agua. La materialidad del envase en vidrio es trascendental porque conserva mejor las propiedades de los ingredientes y sabores, y es reciclable, valor muy importante para nuestra propuesta.
Respecto a los sabores y fórmulas, hay que saber que todos nuestros productos son light, porque creemos que el azúcar en los alimentos está obsoleto. En las dos categorías que tenemos, las gasificadas y las frutales, hay dos elementos diferenciadores: nuestro nivel de gasificación con microburbujas y light gas para las bebibas (o soft drink como les llamamos nosotros), y en el caso de las frutales (no gasificadas), el elemento diferenciador es que son aguas saborizadas con jugo natural. Por último y que es muy relevante, es que nuestros precios son competitivos a pesar de ser un producto premium. Creemos que se pueden hacer cosas de calidad, con innovación y creatividad, sin cobrar de más.
El proyecto lo tomamos casi desde 0. Era una idea y faltaba la ejecución. En definitiva la misión era emprender y en ese camino los desafíos son totales y múltiples. Había que hacer de todo. Desde poner en marcha el proceso productivo, generar toda la estrategia comercial y  diseñar, ejecutar e implementar el presupuesto que asignamos a marketing para construir una marca nueva. En ese camino armamos equipo con gente muy comprometida lo que ha sido muy importante.
Nuestro proyecto tuvo credibilidad y rápidamente entramos a Jumbo en todos sus locales a lo largo de Chile y día a día vamos gestionando la apertura de nuevos puntos de venta, lo que supone un desafío en logística importante para un emprendimiento. Trabajamos con recursos infinitamente menores al de las grandes marcas para generar posicionamiento, pero hemos avanzado mucho y sobre todo el desafío está en ser capaces de ejecutar el día a día, sin perder de vista la importancia de explorar hacia el futuro. Nuestra fórmula es tener una estructura liviana que nos permita tener flexibilidad con los movimientos del mercado y la industria y ser capaces de ser dinámicos.
Creo que ha sido importante navegar con un foco claro en que somos un emprendimiento y nada se consigue sin transpirar mucho.  Obviamente podemos avanzar con la ayuda de un producto que tiene atributos explotables, pero lo principal es que la fórmula más eficiente es la persistencia. En cuanto a lo estratégico, el foco es construir la marca en un segmento que tenemos bien definido, que valora nuestros atributos y que estaba sólo atendido a “granel” por las empresas grandes. Vimos un mercado desatendido, una especie de nicho y hemos trabajado la marca ahí.
Estamos enfocados en las personas que valoran los ingredientes de calidad, los alimentos saludables, el no tener etiquetas o “discos pares”, etc. Nos dirigimos además a gente consciente con el medio ambiente y que valora una propuesta estética cuidada. Además, hemos sido capaces de lanzar nuestros productos (ya tenemos 8 variedades) a precios competitivos y eso es importante en un año como este donde las ventas de supermercados no han crecido como otros años. Sabemos que nuestra venta en volumen está en el supermercado, pero hemos hecho un trabajo importante también en el circuito Horeca (Hoteles, restoranes y casinos), que es dónde realmente se construye la marca.
En términos de precio estamos en la mitad entre los productos tradicionales y de volumen de las típicas marcas y los productos premium, que son absolutamente de nicho. La idea fue ubicarse en la mitad porque creemos que la gente está demandando productos de mejor calidad y eso no siempre debe ser asociado al lujo. En nuestra variedades gasificadas (Ginger Ale, Guaraná, Lima Limón y Citric Tonic) tenemos un espacio interesante porque nuestro formato de 330cc cuesta un 20% menos que la competencia que tiene un formato de 200cc. Tenemos un precio más elevado que las bebidas tradicionales y otras aguas saborizadas pero no es mucho más alto y sí los superamos fuertemente en calidad. Nuestras frutales (Limonada, Pera Dulce, Limonada Menta Jengibre y Manzana Verde) son todas saborizadas con jugo natural y eso nos diferencia de las aguas saborizadas tradicionales.
En Chile el consumo de carbonatadas es de un 70% respecto al mercado de los bebestibles sin alcohol y el agua, incluyendo aguas saborizadas, de un 30%. En Japón esos porcentajes se invierten. 70% de aguas y derivados y 30% de carbonatadas. Por eso nuestra propuesta es desde Aqua Rizola, crear aguas saborizadas y también soft drinks que compiten con las carbonatadas para quitarles participación de mercado. Las bebidas tradicionales están en retirada y vimos una oportunidad en ese segmento que está liderando ese cambio.
El MBA UC me dio herramientas para atreverme a tomar una decisión compleja como es emprender, donde tienes que hacer de todo y no sabes cómo te irá en el futuro. Tu sueldo y estabilidad dependen del éxito del proyecto y lo único certero es que no sabes como te va a ir. Me siento preparado para competir de chico a grande porque el foco de General Management te entrega herramientas para liderar una empresa, siendo capaz de entender todas las áreas de la compañía. Operaciones, finanzas, la estrategia de marketing, la gestión de ventas, etc. Todo de una forma integral, además considerando siempre conceptos que hoy no pueden dejar de estar presentes como son la innovación, nuevas tecnologías y sustentabilidad. Una cosa es emprender por entusiasmo, pero sin duda las cosas resultan mejor cuando ese entusiasmo tiene un foco y un orden y el MBA te ayuda mucho con eso.
Hace poco estuvimos con Aqua Rizola en un evento de emprendimiento organizado por la Municipalidad de Lo Barnechea y uno de los expositores era mi amigo Juan Pablo Swett. Su charla se titulaba Emprender o Morir, basado en una proyección que dice que de acá a 30 años el 65% de los empleos que hoy conocemos como tradicionales, dejarán de existir. Producto de los avances tecnológicos, se prescindirá de muchos puestos de trabajo en el futuro. Por otra parte, personalmente tengo una motivación por crear y desarrollar proyectos que generen nuevas oportunidades para el país y con una visión de la empresa distinta, donde es importante trabajar, pero además es clave pasarlo bien y generar bienestar para las personas. Estamos gran parte de nuestras vidas trabajando, por lo tanto es clave que disfrutemos ese tránsito. Desde que emprendí, probablemente trabajo más, pero organizo mi tiempo para siempre hacer las cosas que valoro. Estar con mis hijos y hacer mucho deporte».
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