octubre 26, 2016
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Los accidentes fatales no sólo son un dolor irreparable para las familias, sino significan un aumento de estrés laboral. El daño psicosocial son una alerta inequívoca que la batalla por alinear las labores productivas con la seguridad de las personas está lejos de ser ganada.
Los importantes esfuerzos que realizan las grandes corporaciones mineras para gestionar la seguridad y salud ocupacional se ven en tela de juicio a la luz de los últimos acontecimientos que enlutan a la industria chilena.
A la productividad laboral y la seguridad ocupacional les cuesta convivir en armonía. La productividad está alineada con indicadores operacionales netamente centrados en el negocio que se encuentran manejados por las gerencias de producción de las compañías, mientras que la seguridad está monitoreada por indicadores que gestionan las gerencias de seguridad y recursos humanos de las organizaciones.
La cultura de nuestra fuerza laboral tampoco ayuda a mejorar este problema. Según un estudio del Consejo Minero, sólo el 38% del tiempo de un trabajador es destinado al trabajo propiamente tal, como la operación de un equipo). Un 25% de tiempo lo utilizan en tareas no productivas, pero necesarias como por ejemplo almorzar. Un 7% del tiempo en tareas de seguridad laboral y un 30% a tareas no productivas e innecesarias, tales como trabajos no asignados, interferencias o mala calidad de los proyectos.
Pero no todo es gris en esta materia. A partir de del estudio de patrones y similitudes en la forma de gestionar ambas responsabilidades, está surgiendo una literatura especializada de modelos de gestión integrados de productividad y seguridad que se están utilizando en países desarrollados con muy buenos resultados, los cuales gracias a las nuevas tecnologías de información pueden ser medidos y controlados de manera sinérgica.
Esta emergencia tecnológica de sistemas informáticos de gestión y cumplimiento normativo para la seguridad, salud ocupacional y medio ambiente significa un mercado expandiéndose 11% anualmente con ventas estimadas en 932 millones de dólares y con proyecciones de alcanzar los mil cuatrocientos millones de dólares para el año 2020 a nivel mundial.
La industria Oil & Gas ha concentrado la compra de desarrollos específicos en tecnología, seguidos por la industria química, donde en conjunto concentran el 50% del mercado según un estudio realizado por Verdantix.
Esto último ha determinado un gran interés de parte de las firmas de capital de riesgo, que en los últimos 18 meses han realizado inversiones por más de 500 millones de dólares en las empresas proveedoras de sistemas de gestión en este tipo. Lo anterior hace surgir la pregunta de qué estamos haciendo en Chile al respecto, especialmente en una industria donde somos de clase mundial, como es el caso de la minería.[:]