abril 24, 2020
El coronavirus ha impuesto un alto precio en la economía mundial, con efectos perjudiciales para personas y empresas. Para reflexionar sobre el impacto en las empresas y por qué y cómo es necesario dar crédito a éstas para que sigan funcionando, la Escuela de Administración llevó a cabo el seminario virtual “Financiamiento de Empresas Hibernando durante el Coronavirus”, moderado por José Tessada, director de la Escuela y con la participación de Mauricio Larraín, profesor de la Escuela y comisionado para la Comisión para el Mercado Financiero; Rodrigo Valdés, profesor de la Escuela de Gobierno UC y exministro de Hacienda; Fernando Coloma, académico del Instituto de Economía UC y exsuperintendente de la SVS y Diego Fleischman, director ejecutivo de Migrante Sociedad Financiera y director de empresas.
El seminario surgió del policy brief del Banco Mundial, realizado por Larraín junto a Tatiana Didier, Federico Huneeus y Sergio Schmukler, que abordó los nuevos desafíos que plantea la pandemia para las empresas. “En ninguna de las recesiones de las últimas décadas, probablemente desde la Gripe Española, hemos tenido esta situación de poner empresas en cuasi hibernación o de una reducción importante de circulación y movimiento” señaló José Tessada al comienzo del seminario.
La discusión la inició Mauricio Larraín, resaltando que ésta es una crisis transitoria. “Cuando se encuentre un tratamiento efectivo, se debería resolver el problema, por lo que las empresas no deberían dejar de ser rentables, solo están pasando por problemas de liquidez. Lo que se produce es aumento de riesgo de crédito en las empresas. Por eso es importantes mantener a los bancos sanos, solventes y líquidos”, señaló, añadiendo que, por lo mismo, las empresas necesitan financiamiento para superar el periodo de hibernación.
El académico de la Escuela planteó dos tipos de políticas públicas para que las empresas puedan hibernar: adaptar los mecanismos institucionales para enfrentar el shock de la crisis, a través de la congelación de provisiones o renegociación de créditos y, por otro lado, otorgar y sostener el financiamiento a las empresas, mediante políticas monetarias y regulatorias y otras que transfieran el riesgo de crédito al gobierno.
Tras la exposición de Larraín, los demás participantes entregaron sus comentarios al respecto. Según Diego Fleischman, en el aspecto bancario, el país ha sido bastante activo en movilizar el crédito, “a través de las garantías estatales y fortalecimiento de FOGAPE, dándole garantías y liquidez a la banca para que puedan enfrentar estos créditos adicionales que deben dar a las pymes”, dijo. En tanto Fernando Coloma destacó el esfuerzo que está haciendo el gobierno por dar liquidez a las empresas, pero agregó que “la capacidad para sobrellevar esto es limitada. Creo que hoy es fundamental extremar las medidas para que siga funcionando la actividad con todas las garantías y protocolos. No todo puede recaer en ayuda del Estado”.
Finalmente, Rodrigo Valdés manifestó su inquietud por el sector no bancario, que en su opinión no fue considerado en las medidas adoptadas, lo que significa poder llegar a más pymes con recursos. En tanto, se mostró preocupado por el proyecto de ley que avanza en el Senado y que pretende postergar créditos por seis meses sin interés. “Los que no son bancos, no tienen opción de liquidez. Seamos muy cuidadosos con los remedios que en este mundo complejo puede ser harto más complejos que las enfermedades”. Sobre este último punto, los expositores coincidieron en que postergar el pago de créditos presiona a la banca y pone en riesgo el sistema financiero, lo que podría ser peligroso.
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