marzo 18, 2019
¿Qué te parece estar aportando en este curso de emprendimientos tecnológicos con Max Grekin?
Mira, la verdad que es un desafío. Siempre es un desafío estar al frente de esta clase, porque es una clase bastante atípica, donde en realidad nosotros como profesores guiamos un viaje que hacen los alumnos, no solo un viaje real, porque vamos a Silicon Valley y vamos a Israel, sino porque es una manera en que cada uno de los alumnos hace su propia interpretación respecto a el emprendimiento y el emprendimiento tecnológico. Nosotros le damos algunas herramientas y cada alumno va tomando su propio camino, entonces el resultado de este curso puede ser tan amplio como tantos alumnos tenemos y eso al final del día es un desafío, cómo inspirar y cómo lograr que con unas pocas herramientas concretas, tengamos ojalá nuevos emprendedores después de esta clase.
¿Cuál es un poco tu expectativa de los alumnos este semestre?
Mira, al final del día la expectativa es que partan creyéndole poco al curso, como sintiendo que sea un curso más, que es parte de los créditos que tienen que cumplir y que al final del semestre y también al final del año, porque esta es la primera parte de un curso anual, terminen inspirados con ganas de emprender, con ganas de contagiar a otros emprendedores y finalmente tomen un rol en emprendimiento, no importa en qué lugar les toque, probablemente jugar este rol.
¿Qué esperas del curso cuando este finalice?
Bueno, más de un emprendedor, ojalá con buenas ideas, con ideas nuevas, gente que quiera intraemprender dentro de sus propias compañías y que parta con proyectos ahí, emprendedores afuera, que quieren lanzarse y generar redes y que finalmente esto sea un aporte al emprendimiento local, nacional, mundial. Ojalá de acá tengamos uno o dos emprendedores y emprendimientos de gran impacto.
La afirmación de que el emprendimiento se contagia, ¿tú estás de acuerdo con esa afirmación?
Total y absolutamente, al final del día, yo creo que mientras más emprendedores tenemos, más probablemente te inspiras de este modelo de rol y pasa no solamente en emprendimiento, pasa en otras disciplinas también. Cuando ves figuras en el deporte que son emblemáticas, que crecen que son un referente local y global, entonces tú crees “bueno, es posible”, y tal vez con las mismas herramientas o menos o más, también ellos lo puedan hacer.
Como lo que pasó con Cornershop…
Totalmente, Cornershop y NotCo son casos de emprendedores chilenos con más educación, con menos educación, que simplemente vieron en una oportunidad la posibilidad de resolver un problema.