abril 17, 2019
La Transformación Digital nos abre un mundo de posibilidades, generando nuevos campos laborales y permitiéndonos trabajar con flexibilidad gracias a las tecnologías en la nube. El 65% de los niños que hoy estudian en la enseñanza básica realizarán trabajos que no existen en la actualidad, lo que nos sitúa en el escenario de mayor cambio que haya vivido cualquier generación en la historia.
Los puestos y la modalidad de trabajo están evolucionando al ritmo de las innovaciones tecnológicas, configurando lo que el World Economic Forum llama la Cuarta Revolución Industrial. El principal desafío para transitar en este nuevo escenario es la evolución de la mentalidad de los trabajadores, para así entender las nuevas demandas del mundo laboral y adaptarnos para ser empleables en el mediano y largo plazo.
Revisemos algunos aspectos interesantes de este nuevo escenario.
Primero, las carreras NO son para toda la vida. Muchos nacimos en una época donde la carrera universitaria predeterminaba nuestro futuro laboral. Por ejemplo, quien estudiaba economía tenía una previsible larga carrera en finanzas. Hoy, el desarrollo de carrera dejó de ser lineal. Necesitamos aprender nuevas cosas durante toda la vida y es clave la formación continua. El nuevo paradigma indica que es más relevante contratar a alguien por lo que será capaz de aprender, que por los conocimientos que trae.
En segundo lugar, existen nuevas competencias por desarrollar. El académico Daniel Halpern y Tren Digital UC desarrollaron un estudio sobre las competencias digitales de los trabajadores chilenos. Lo novedoso es que incorporan competencias tradicionalmente blandas (pensamiento crítico, creatividad, conciencia ética), junto con habilidades como comunicación y trabajo colaborativo, que hoy son intermediadas por soluciones cloud y redes sociales.
Finalmente, saber inglés se torna esencial. Según el estudio EF EPI (English Proficiency Index) que midió a 88 países, hay una relación muy estrecha entre nivel de inglés y productividad, poder adquisitivo, calidad de vida y capacidad de innovación. Chile está en nivel bajo y se ubicó en el lugar 46 debajo de Argentina, Costa Rica, República Dominicana y Uruguay. El segmento mejor evaluado son las nuevas generaciones de chilenos entre 18 y 25 años, a diferencia de los mayores de 41 que son el grupo con peores resultados.
Es vital mirar el empleo con nuevos ojos y adaptarse a la velocidad de los cambios. Asegurar
nuestra continuidad laboral está en nuestras manos.
*Denisse Goldfarb, Directora de Personas en Microsoft Chile y profesora del Diplomado en Gestión de Personas UC, realizó esta columna para la sección Transformación Digital del Diario Financiero.