enero 10, 2023
Ana María Bravo: “Para generar un posicionamiento potente hay que mirar el mapa completo y no por piezas, porque cada unidad cumple un importante rol y juntas hacen una gran Escuela de Administración, y por lo tanto Facultad”
La nueva directora ejecutiva de postgrado y educación continua de la Escuela de Administración UC, nos cuenta un poco de su trayectoria, su labor en este nuevo rol y sus perspectivas respecto a la Escuela y Facultad.
Ana María Bravo, Ingeniera Comercial de la Universidad Católica y MBA UC, nos recibe en su oficina de Nueva Las Condes, donde aún se está instalando, pero ya está en total conocimiento de las temáticas, objetivos y estrategias de los distintos equipos de la Escuela de Administración UC.
Su rol como directora ejecutiva de postgrado y educación continua, consiste en mantener una mirada transversal de los procesos dentro de la Escuela y velar por la mirada estratégica. Debido a que ella está volviendo a la Universidad y a la Facultad la familiarización laboral ha sido muy fluida.
Tú eres alumni de la Facultad, ¿cómo se ha sentido este regreso a casa?
Estoy muy contenta porque soy exalumna tanto de Ingeniería Comercial como del MBA, por lo que es un doble retorno. Yo inicié mi carrera en el área de educación continua cuando estaba en tercer año de Ingeniería Comercial, ahí empecé a trabajar en la Escuela, en el Programa Ejecutivo, y me fui quedando. Egresé de la Escuela, me quedé como coordinadora de programas, después me quedé como subdirectora. Hice el MBA de la cual fui parte de su primera generación, programa pronto a cumplir 30 años. También fui subdirectora de postgrado y de marketing. En su minuto tuvimos que enfrentar muchos desafíos con MBA UC, entonces volver aquí y ver cómo se ha desarrollado es muy motivante.
¿Cómo sientes que ha cambiado la Facultad desde ese momento hasta ahora?
Lo noto en cosas como que se hable de Facultad, reflejo de un esfuerzo real de que sea Facultad. Antes no era tan así. Era mucho más la Escuela y el Instituto. La palabra Facultad se usaba para cosas muy específicas con el decano, como graduaciones, etc. Pero no había un ánimo de ser verdaderamente Facultad. Hoy con el decano Sánchez, veo que existe una voluntad, que no es fácil, de empujar un desarrollo mucho más común y eso se nota. Pasé un periodo como de diez años mirando la Facultad desde mi cargo de directora ejecutiva de la Escuela de Ingeniería UC, por lo que no estaba al tanto de lo que estaba pasando al interior de la Escuela. Así es que noto mayor diversidad, preocupación por la inclusión en todo ámbito.
¿Y desde la docencia?, ¿Ves cambios en los énfasis académicos que hoy se plantean?
Bueno, yo desde Ingeniería Civil vi el cambio curricular que vivió Ingeniería Comercial y me pareció que fue una forma en la cual nuestra carrera pudo actualizarse. La verdad es que me pone muy contenta volver a hacer clases de Contabilidad en Ingeniería Comercial y en especial a los novatos. Estuve estos años haciendo clases en Ingeniería Civil de Contabilidad y Costos, que es un gran resumen de lo que hacemos acá en pregrado, pero entendí cuál es la diferencia entre los Ingenieros Comerciales y los Civiles Industriales, y dónde eran complementarios. Me parece fantástico saber que estamos en Clase Ejecutiva juntos, en el Magister de Innovación lo que es un salto muy importante, que antes hubiera sido impensable.
Hay muchas cosas que se están revisando producto de la pandemia también, como los formatos de programas y las metodologías. Todo ese tipo de cosas, quizás en su minuto, se vieron como impensadas.
Respecto a MBA UC, del cual eres graduada, estuviste en sus inicios y en la gestión ¿en qué dirías que radica la relevancia del programa?
Para la gente que lo toma es una oportunidad estudiar nuevamente, pero contando con experiencia laboral. Creo que tenemos un excelente grupo de profesores, un programa súper flexible e internacional. Hay muchas oportunidades que, dentro de los MBA que se ofrecen en Chile, lo hacen más atractivo. El sello UC es un gran atributo, pero el programa también ha ido generando su propio prestigio y ha tomado un posicionamiento importante.
Hoy vuelves como directora ejecutiva de postgrado y educación continua de la Escuela, cargo que no existía hasta ahora ¿En qué consiste tu labor diaria?
Justamente por la ubicación geográfica que han tenido los programas ejecutivos desde que partieron en la Escuela, siempre estuvieron en Casa Central. Luego nace MBA UC y también funciona en Casa Central, pero siempre trabajando de forma separada. Después se fueron al edificio en la Alameda, pero quedaron divididos en distintos pisos. Finalmente llegamos a Nueva Las Condes donde hay una infraestructura radicalmente distinta, todos convivimos en el mismo espacio, lo que hace necesario una mirada de Escuela más que de programas. Debemos tener una mirada mucho más transversal frente a todos los proyectos, y que exista una sinergia entre los equipos de trabajo.
Entonces, ¿tienes el rol de dar la mirada estratégica?
Yo estoy muy convencida, y en mi carrera me ido dando cuenta, que la mirada transversal es muy importante. Los silos separan, te hacen especializarte hasta un nivel que, a veces, no es necesario y no hay mejoramiento continuo, te pierdes la oportunidad de cuestionarte muchas veces. Aquí es cosa de mirar al lado y te das cuenta de que el otro ya hizo algo diferente, pero no existen las conversaciones para que esto se comparta, entonces yo creo que este nuevo rol viene a enfatizar este aspecto.
Es súper interesante como afecta la estructura física a la integración del equipo. Aquí es mayormente una planta abierta de trabajo.
Es que yo creo que se dio la oportunidad de que esto pasara. Se dieron muchas circunstancias en mi regreso acá. Es algo que no pensé que iba pasar. El director de la Escuela me invitó a dirigir este equipo apoyando a los directores académicos de los programas en su labor.
Eres una persona que conoce muy bien la Escuela, tanto desde dentro como desde fuera ¿Cuáles dirías que son los desafíos que tenemos a futuro?
Creo que hemos logrado como Universidad un posicionamiento muy importante en rankings nacionales e internaciones. Eso te pone mucha presión dado que eres líder y, por lo tanto, todo tiene que ser al mejor estándar. Eso hay que vivirlo en cada cosa. En los proyectos, en los programas que ofreces para pre y post grado, entender los requerimientos de los distintos públicos objetivo. La Escuela es grande y tienes un montón de desafíos a la vez y todos te están pidiendo ser excelentes y los recursos son limitados. Por tanto, uno tiene que ir viendo estratégicamente con los directores y con el decano dónde ir poniendo las fichas para que, efectivamente, sigamos con esta posición de liderazgo.
A partir de lo que dices, parece un trabajo que va en dos líneas paralelas pues, mientras la Escuela sigue funcionando, hay que constantemente buscar de la excelencia.
Claro, es una mejora continua. Cuando tú te quedas en el día a día y este te absorbe, no te queda tiempo para estar mirando a dónde vamos o a discutir temas más estratégicos. Tener más tiempo para discusión estratégica de la Escuela es fundamental.
Entonces ¿ahí entra tu rol complementario con las subdirecciones?
Absolutamente. Así puedo ver la sinergia de los procesos y su transversalidad. Por lo mismo tengo que cuidarme especialmente de no sobre involucrarme con el día a día para no perder esa mirada. A veces cuesta, pero yo partí en Desarrollo Ejecutivo y tuve que pasar por el contacto con las empresas, por vender los programas corporativos, de generar proyectos con los profesores y venderlos. Luego fui subdirectora del MBA, por ello conozco de ambos mundos y me siento muy tranquila con que tenemos muy buena gente acá, pero hay que aceitar ciertos procesos que el día a día no te deja ver. Yo creo que eso es lo que estamos haciendo en este periodo con el director de la escuela: mirar cómo sería el mejor funcionamiento dada la sede que tenemos y los desafíos planteados.
Tu vida está muy ligada a la Facultad ¿has notado la unión entre las unidades?
En mis experiencias anteriores vi que lo relevante para generar esta sinergia, un posicionamiento como Facultad potente es mirarlo como un todo y no por piezas. Sin desmerecer ninguna. Cada una cumple su rol, pero juntas hacen una gran Escuela y Facultad. Pese a que no estamos físicamente juntos. Hoy el solo hecho de tener las conferencias con el Decano, la virtualidad, permiten tener otras oportunidades que no habíamos visto. Antes era o Alameda o San Joaquín. La virtualidad salva eso y nos da espacios para que existan visitas mutuas de una sede a la otra. Yo también estaré en San Joaquín al menos una vez por semana y quiero traer también gente acá, al espacio de Nueva Las Condes. Es importante que en San Joaquín también conozcan lo que hacemos en esta nueva sede y que el equipo de Nueva Las Condes se sienta parte de la Facultad.